martes, 9 de diciembre de 2014

ROTURA DE LOS LIGAMENTOS CRUZADOS ANTERIORES

La rodilla está formada por: Huesos, ligamentos, tendones y músculos

















Vamos a centrarnos en hablar de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla. Ya que son dos estructuras ligamentosas que están dentro de la articulación, uniendo fémur y tibia, para dar estabilidad sobre todo en la dirección anteroposterior de un hueso sobre el otro. El LCA transcurre desde la parte posterior y externa de la escotadura intercondílea del femur hasta su inserción anteromedial en la tibia. Cruza por delante del LCP que discurre de forma contraria, desde la parte anterior y medial de la escotadura femoral hacia la región posterior de la tibia.

Los cruzados son fundamentales para la correcta cinemática de la rodilla. El LCA se lesiona con muchas frecuencias provocadas a torceduras que implican giro con el pie apoyado. Se puede producir una rotura completa del ligamento, que se rompe en su inserción femoral y pierde su función de estabilizar la rodilla en ciertos movimientos. En muchas ocasiones puede ir acompañada de lesiones del ligamento lateral interno, casi siempre esguinces sin rotura completa, de lesiones meniscales, y de contusiones óseas en la zona externa de fémur y tibia. A veces el mismo paciente relata haber escuchado el ruido de cómo se rompe el ligamento, cosa que apunta a una rotura de la estructura. Cuando se acude a la consulta éste explorar la rodilla, siendo este el más importante a la hora de tomar una decisión terapeútica. La necesidad de intervenir o no se basa en lo inestable o estable que se encuentre la articulación. La cirugía es de aproximadamente de una hora y se realiza bajo anestesia raquídea (pinchando en la espalda) y con un manguito de isquemia en el muslo para evitar el sangrado durante la operación. Los pacientes que se intervienen suelen pasar una noche en el hospital para el control del dolor y se van a casa con muletas y una rodillera articulada que durante dos semanas debe llevarse bloqueada en extensión. El proceso de rehabilitación será necesario para alcanzar la actividad deseada. Una de las complicaciones más temidas es la rigidez articular que se combate sobre todo con la movilización precoz. Normalmente la vuelta a la carrera no se aconseja antes de los 3-4 meses, y aunque todo discurra de forma óptima en la recuperación, el ligamento artificial no tiene ni la misma intención hasta que pasa aproximadamente un año desde la intervención..


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