viernes, 12 de diciembre de 2014

Rotura de menisco

Una de las lesiones más comunes de la rodilla es la rotura del menisco. Estas patologías son producidas normalmente por traumatismo o por la propia degeneración de los meniscos.
Los meniscos son dos fibrocartílagos semilunares interpuestos entre los cóndilos femorales y los platillos tibiales.  Su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia y el poder ser un verdadero amortiguador de la rodilla. El menisco distribuye las fuerzas transmitidas a través de la rodilla y se estima que soporta alrededor del 40% de la carga que recibe la articulación.

Las lesiones meniscales pueden afectar a personas cualquiera sea su edad. En los más jóvenes, el menisco es una estructura bastante resistente y elástica y la rotura del mismo es producida por una importante torsión o giro de  la rodilla. En las personas mayores que realizan algún deporte, el menisco se vuelve más débil, el tejido se degenera y está menos resistente y la lesión se puede producir por un traumatismo menor, por ejemplo, al levantarse de la posición de en cuclillas o realizando una flexión exagerada de la articulación.

Por lo general, este tipo de lesión se presente mucho en deportes de contacto como el fútbol y el rugby, por ejemplo. Sin embargo, se puede producir en deportes donde la persona pueda realizar giros bruscos o movimientos de rotación de la rodilla con el pie fijo en el suelo, o en la posición de cuclillas.

El síntoma más frecuente que aparece con un menisco roto es el dolor y este puede ser difuso, especialmente cuando existe una significativa inflamación de la rodilla.  Si la parte dañada es lo bastante grande, se puede producir un bloqueo impidiendo la flexión y extensión de la rodilla. Dicho bloqueo ocurre cuando el fragmento roto del menisco resulta atrapado dentro del mecanismo de bisagra de la rodilla  

Para prevenir este tipo de lesiones es recomendable tener una preparación física adecuada pero no solo desde el punto de vista aeróbico, sino que también desde el punto de vista de fuerza y propiocepción. Por lo general son más frecuentes en personas que hacen actividad física en forma ocasional y con muy baja preparación física. Sin embargo, resultará fundamental realizar un trabajo específico del deporte que la persona practica, es decir, un trabajo en cancha.
Rubén Alcalde Guevara

Tendinitis Rotuliana

Todo el mundo ha oído hablar de la tendinitis rotuliana por su gran presencia en el mundo del deporte. Pero un término medico tan común y presente en los medios de comunicación y en la vida cuotidiana de las personas merece conocerlo. Es por ello que nos lanzamos la siguiente pregunta:  ¿Qué es exactamente la tendinitis rotuliana?
La tendinitis rotuliana en una alteración de la estructura del tendón rotuliano que une un lado de la rotula con la tibia, más concretamente en la tuberosidad tibial, y que forma parte del mecanismo extensor de la rótula. Es importante comentar que esta articulación recibe una carga importante de nuestro cuerpo.
La causa más frecuente de la tendinitis rotuliana son los microtraumatismos por repetición que pueda sufrir la repetición de la rodilla. Aunque parezca mentira esos microtraumatismos se producen simplemente por el hecho de correr sobre superficies duras, los saltos que se realizan en cualquier deporte y el no utilizar un calzado adecuado capaz de absorber los impactos.
Si hablamos de síntomas cada persona puede experimentar síntomas diferentes. Aun así podemos enumerar los síntomas más comunes en la tendinitis rotuliana:
·         Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano.
·         Hinchazón.
·         Dolor al saltar, correr o caminar.
·         Dolor al doblar o al enderezar la pierna.
·         Aumento de la sensibilidad por detrás de la rotula.
Cuando sufrimos alguno de estos síntomas como un dolor ligero o pequeñas molestias Para poder recuperarte de la lesión la primera reacción que debe realizar el sujeto es la disminución inmediata de la actividad física. Por desgracia solemos tener una tendencia a acostumbrarnos al dolor restando importancia y convivir con él. Pero las lesiones de rodilla deben ser tratadas a tiempo para evitar que esta patología acabe convirtiéndose en crónica. Por ello hay que acudir a un medico con los primero síntomas para que avalúe y diagnostique la lesión.
Existen formas de de prevenir este tipo de lesiones que enumeramos a continuación pero no podemos olvidar que el musculo calve que soporta la rodilla es el cuádriceps. De ahí la importancia de este músculo y que podrán encontrar una entrada al respeto en este mismo blog. Pero algunos ejemplos para prevenir la tendinitis rotuliana son los siguientes:
·         Evitando actividades y deportes que presionen repetidamente las rótulas
·         Aumentar de forma gradual la frecuencia y la intensidad de los ejercicios
·         Realizar ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento muscular de los cuádriceps con regularidad.

·         Fundamental es un buen trabajo de elongación antes y después de practicar algún deporte. 

Rubén Alcalde Guevara

miércoles, 10 de diciembre de 2014

IMPORTANCIA DE CUADRICEPS

 LA IMPORTANCIA DEL CUÁDRICEPS EN DIFERENTES DISCIPLINAS: CARRERA DE MONTAÑA


El cuadriceps es uno de los músculos más importante de la pierna; consta de tres músculos vastos (vasto medial, vasto intermedio y vasto lateral) y del músculo recto femoral. Su función es extender la pierna y la articulación de la rodilla, pero el componente del recto femoral ayuda en la flexión del muslo en la articulación de la cadera. Debido a que los músculos de los vastos se insertan en los bordes de la rótula y también el tendón del cuádriceps femoral, estabilizan la posición de la rótula durante el movimiento de la rodilla. Por todo lo expuesto podemos decir que el cuádriceps es uno de los pilares del corredor de montaña; por lo que su estado es clave a la hora de afrontar con éxito una carrera dada su implicación.





Muchos son los músculos implicados en la actividad que supone correr por montaña, pero pocos son de tal importancia como lo es este músculo: es uno de los más exigidos a la hora de enfrentarse a los desniveles y a los terrenos técnicos que prácticamente toda carrera de montaña suele tener con independecia de su longitud.
Por ello, los cuádriceps son considerados como uno de los grandes pilares que soporta toda estructura del corredor de montaña y siempre deben tenerse en cuenta en el plan de entrenamiento previo a las carreras, en el que se debe incluir un plan de fortalecimiento muscular aplicado a esta disciplina, la trail running.
Cuando corremos por montaña, los cuádriceps siempre están realizando un esfuerzo intenso y, de ahí, que sea uno de los primeros músculos que caerán en la fatiga. Lo más común es que se suela mostrar signos de agotamiento en los descensos, ya que son unos de los principales encargados de frenar nuestro cuerpo.
Por ello, se hace necesario su fortalecimiento si queremos mejorar nuestro rendimiento, tanto entrenando como en competiciones. Unos cuádriceps fuertes harán que seamos mejores corredores.
La forma más común que se sigue para fortalecer este músculo es utilizar las máquinas de guimnasio, ya que trabajan estos músculos de forma muy localizada mediante el levantamiento de peso en extensión. Lo más positivo de estos ejercicios, es que además de los cuádriceps se trabaja mucho el fortalecimiento de rodilla, lo que repercutirá positivamente a la hora de prevenir posibles lesiones en una de las articulaciones más exigidas en esto de correr por montaña.
Pero si no somos de esas personas que van al gimnasio, otra forma de trabajarlos son las sentadillas; consisten en agacharnos sobre las rodillas, sin flexionar la espalda, hasta un máximo de 90º para después volver a ponerse de pies. Lo más importante a la hora de realizar este ejercicio es hacerlo con una buena técnica, de forma que nunca doblemos las rodillas más allá de los 90º, además de cuidar mucho la postura de la espalda para que éste no soporte el peso, con lo que el cuádriceps no estarían trabajando como debieran y podríamos lesionarnos la espalda.
Otra opción muy buena para trabajar cuádriceps son las series en cuestas (arriba y hacia abajo), lo más interesante es que estamos realizando el mismo movimiento que hacemos corriendo y se fortalecerán de la forma más natural posible.
Otro tipo de ejercicios que tenemos al alcance de la manop son los ejercicios de pliometría, entre los que encontramos muchos que nos pueden ayudar a que nuestros cuádriceps se hagan más fuertes.
Lo más importante y, que se debe tener en cuenta, es que se haga siempre de forma escalonada: empezar a fortalecerlos en pretemporada es lo más adecuado, así conseguiremos una base muscular sólida sobre la que construir nuestro entrenamiento.

martes, 9 de diciembre de 2014

ROTURA DE LOS LIGAMENTOS CRUZADOS ANTERIORES

La rodilla está formada por: Huesos, ligamentos, tendones y músculos

















Vamos a centrarnos en hablar de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla. Ya que son dos estructuras ligamentosas que están dentro de la articulación, uniendo fémur y tibia, para dar estabilidad sobre todo en la dirección anteroposterior de un hueso sobre el otro. El LCA transcurre desde la parte posterior y externa de la escotadura intercondílea del femur hasta su inserción anteromedial en la tibia. Cruza por delante del LCP que discurre de forma contraria, desde la parte anterior y medial de la escotadura femoral hacia la región posterior de la tibia.

Los cruzados son fundamentales para la correcta cinemática de la rodilla. El LCA se lesiona con muchas frecuencias provocadas a torceduras que implican giro con el pie apoyado. Se puede producir una rotura completa del ligamento, que se rompe en su inserción femoral y pierde su función de estabilizar la rodilla en ciertos movimientos. En muchas ocasiones puede ir acompañada de lesiones del ligamento lateral interno, casi siempre esguinces sin rotura completa, de lesiones meniscales, y de contusiones óseas en la zona externa de fémur y tibia. A veces el mismo paciente relata haber escuchado el ruido de cómo se rompe el ligamento, cosa que apunta a una rotura de la estructura. Cuando se acude a la consulta éste explorar la rodilla, siendo este el más importante a la hora de tomar una decisión terapeútica. La necesidad de intervenir o no se basa en lo inestable o estable que se encuentre la articulación. La cirugía es de aproximadamente de una hora y se realiza bajo anestesia raquídea (pinchando en la espalda) y con un manguito de isquemia en el muslo para evitar el sangrado durante la operación. Los pacientes que se intervienen suelen pasar una noche en el hospital para el control del dolor y se van a casa con muletas y una rodillera articulada que durante dos semanas debe llevarse bloqueada en extensión. El proceso de rehabilitación será necesario para alcanzar la actividad deseada. Una de las complicaciones más temidas es la rigidez articular que se combate sobre todo con la movilización precoz. Normalmente la vuelta a la carrera no se aconseja antes de los 3-4 meses, y aunque todo discurra de forma óptima en la recuperación, el ligamento artificial no tiene ni la misma intención hasta que pasa aproximadamente un año desde la intervención..


IRRIGACIÓN DEL MUSLO

La irrigación sanguínea en la zona inferior de la cadera y muslo, corre fundamentalmente de la arteria femoral, es el principal vaso sanguíneo de toda la zona del tronco inferior.
La arteria femoral profunda se origina de la cara lateral de la arteria femoral en el triángulo femoral y es la principal fuente de irrigación para el muslo. Origina a las ramas circunflejas femorales lateral y medial, y tres ramas perforantes.
Arteria obturatriz que se origina como una rama de la arteria iliaca interna en la cavidad pélvica y entra en el compartimiento medial del muslo a través del conducto obturador cuando pasa a través del conducto se bifurca en una rama anterior y otra posterior. Los vasos que surgen de las ramas anterior y posterior irrigan los músculos adyacentes y se anastomosan con la arterial glútea inferior y el circunfleja femoral medial.

Además, un vaso acetabular se origina en la rama posterior, entra en la articulación de la cadera a través de la escotadura acetabular y contribuye a irrigar la cabeza del fémur.



sábado, 6 de diciembre de 2014

Esguince de tobillo



Las lesiones del tobillo representan la lesión musculosquelética aguda que afecta con mayor frecuencia a todos los deportistas, desde los de edad escolar hasta los profesionales. Para curar necesitan entre 36 y 72 días, y el coste medio estimado de su diagnóstico y rehabilitación es de 300 a 900 euros. La más típica es el esguince de tobillo, que puede ocurrir en cualquier situación.

La lesión ligamentosa aguda del tobillo es la causa mas frecuente de consulta traumatológica. El 75% de todas las lesiones de tobillo son esguinces. Supone alrededor del 25% del total de lesiones producidas por causas deportivas, sobre todo en las actividades relacionadas con la carrera y el salto.

El baloncesto (20-50%) y el fútbol (15-30%) son las de mayor riesgo. El conocimiento del mecanismo exacto de la lesión es fundamental para evaluar las estructuras más susceptibles de dañarse. El mecanismo lesional suele ser un desplazamiento hacia afuera del tobillo junto a una flexión plantar e inversión forzada del pie. El ligamento lateral externo (LLE) del tobillo y más concretamente su fascículo anterior (peroneo astragalino anterior)  suele ser el afectado con mayor frecuencia.
http://quirobaires.files.wordpress.com/2011/01/esguincefutbol.jpgEl 85% de los deportistas con esguinces de tobillo presentan lesiones por inversión (torcedura hacia adentro). Las estructuras que se lesionan con mayor frecuencia son los tres ligamentos laterales de la articulación del tobillo. El otro mecanismo primario de los esguinces de tobillo es por eversión (torcedura hacia fuera) y representa el 15% de las lesiones. En general, estos esguinces son más graves que los producidos por inversión, ya que se asocian a una mayor tasa de fracturas asociadas y roturas de la articulación, con la consiguiente inestabilidad posterior.

 
La estabilidad de la articulación del tobillo está formada por las estructuras óseas (“articulación tibiotarsiana, subastragalina y mediotarsiana”), por la acción de los músculos periarticulares, y el sistema ligamentario.

ESTRUCTURAS OSEAS



El tobillo es una articulación que actúa como una bisagra, compuesta por una serie de estructuras óseas cuya morfología le confiere una gran estabilidad, a la que también contribuyen los ligamentos y músculos. Debe soportar casi el doble del peso del cuerpo, cuando caminamos, y hasta 8 veces cuando saltamos o corremos, una carga enorme si pensamos que, cada año, caminamos alrededor de un millón de pasos.



Hay dos regiones a diferenciar dentro del tobillo: la articulación superior del tobillo y la inferior.



1.-Articulación superior del tobillo:



La componen los extremos de la tibia y del peroné, llamados maleolos, y el hueso astrágalo. Entre los tres forman la “mortaja tibio-peroneo-astragalina”, que actúa de bisagra para los movimientos de flexión dorsal y plantar.



El  maléolo peroneo es más largo que el tibial y se encuentra en la parte externa del tobillo. Al ser más largo, da una mayor estabilidad al tobillo cuando se producen torceduras del tobillo o del pie hacia adentro (mecanismos de varo e inversión).



Es el hueso que se lesiona con mayor frecuencia en los traumatismos de tobillo.



El maléolo tibial se localiza en la parte interna o medial del tobillo.



El astrágalo tiene una forma de cúpula y ocupa el centro del tobillo. Es más ancho por delante que por detrás, esto hace que cuando nos pongamos en cuclillas, los tres huesos entren en contacto y esa posición sea muy estable (por eso se inmovilizan las lesiones de tobillo con el pie en flexión dorsal, para encajarlo en la zona mas ancha y reducir su movilidad). En cambio, al colocarlos de puntillas, el peso cae sobre la parte más estrecha del astrágalo y la estabilidad del tobillo es a expensas de las estructuras ligamentosas. Esto lo convierte es más inestable y susceptible a los traumatismos.



2.-Articulación inferior del tobillo.



Es la que une el hueso astrágalo con el hueso del calcáneo, que es el hueso del talón. Entre ambos se encuentra la articulación subastragalina que provee también de movimiento al tobillo y a la parte posterior del pie.



ESTRUCTURAS LIGAMENTOSAS



Debemos distinguir dos regiones: la lateral o externa que contiene 4 estructuras ligamentosas y la medial o interna, compuesta por 2 estructuras.



1.-Lateral o externa.



 Se divide en dos tipos de ligamentos: lateral externo propiamente dicho, y la sindesmosis tibioperonea.



   a) Ligamento lateral externo.



Está formado por tres fascículos o haces, cuya forma asemeja a una T, si los vemos desde el lateral. Su misión es limitar los movimientos del tobillo hacia adentro, lo que se denomina inversión del tobillo.



Se dividen en:

- Ligamento peroneo-astragalino anterior: es el que más frecuentemente se lesiona en los esguinces al ser el más corto. Une el peroné con el astrágalo, en su parte más anterior.

- Ligamento peroneo-calcáneo: corresponde al mástil de la T, que hemos comentado antes, por lo que es el más largo de los tres. Une el peroné con el calcáneo. Es el segundo en frecuencia entre las lesiones ligamentosas del tobillo.

- Ligamento peroneo-astragalino posterior: une el peroné con la parte más posterior del astrágalo. Es la parte posterior del techo de la T.



   b) Ligamento de la sindesmosis.

Es el cuarto ligamento de la parte externa del tobillo. Conecta la tibia con el peroné. Es un estabilizador importante del tobillo, después del ligamento lateral interno y externo.



2.-Medial o interna.



http://www.mypacs.net/repos/mpv3_repo/viz/full/0/10/285/10777894.jpgEn esta parte se encuentra el ligamento lateral interno o ligamento deltoideo.



Se llama así por su semejanza con la letra griega DELTA, ya que tiene forma de triángulo, visto desde el lateral. Es uno de los ligamentos más potentes de nuestra anatomía.



Se divide en dos fascículos, uno superficial, más estrecho y acintado y otro profundo, más ancho y potente.



Su misión es unir el maléolo tibial con el astrágalo para evitar los movimientos de torsión hacia fuera del tobillo, también llamados, de eversión.



ESTRUCTURAS TENDINOSAS



El tobillo también se encuentra rodeado de estructuras tendinosas, fundamentales para poner en movimiento dicha articulación.



Las más importantes son:



a) Tendón de Aquiles: Es el tendón que une el músculo tríceps de la pierna (gemelos y soleo) con el hueso del talón o calcáneo. Es fundamental para correr, saltar o ponerse de puntillas.



b) Tendón tibial posterior: discurre por detrás del maleólo tibial y se inserta en el escafoides y se encuentra ligeramente por delante y por dentro del tobillo. Su función es dar estabilidad al arco del pie (cuando no funciona anormalmente, provoca la aparición de un pie plano) y además ayuda a mover el pie hacia adentro (inversión).

http://1.bp.blogspot.com/-QikuzIzUzD0/Tdv4-L_XqZI/AAAAAAAAAM0/5Tx2PoXueD8/s1600/Aquiles-foto.png 

c) Tendones peroneos: como su propio nombre indica, discurren por detrás del peroné, en la parte más externa del tobillo y se insertan en la cola del quinto metatarsiano (peroneo lateral corto) o, cruzando la planta del pie, en la base del primer metatarsiano (peroneo lateral largo). Su función estabilizar al tobillo cuando se realizan los movimientos de eversión o torsión hacia fuera.



d) Tibial anterior: es un tendón muy potente que se encuentra localizado en la parte anterior del tobillo. Su misión es realizar la flexión dorsal del pie. Cuando la realizamos, es fácil tocarlo.



En la cara interna del tobillo, cuando hay una afectación de este tipo, el ligamento suele arrancar parte del tejido óseo del maléolo tibial.


Clasificación y mecanismo


Los esguinces se van a clasificar en función de la inestabilidad, mecanismo lesional y magnitud del edema.

Grado II: Esguince medio
Grado III: Esguince grave
 

  • Grado I: Esguince leve
    • Distensión del ligamento “sin lesión anatómica”.
    • Dolor: por irritación sinovial o pellizcamiento.
    • Tumefacción.
    • Impotencia funcional.
    • Ausencia de equimosis.
Grado II: Esguince medio

    • Ruptura fibrilar.
    • Inestabilidad y cajón leve.
    • Edema.
    • Equimosis.
    • Mayor impotencia funcional
  • Grado III: Esguince grave
    • Rotura fibrilar ” total o casi “.
    • Signo de cajón anterior, posterior y bostezo “inestabilidad”.
    • Edema.
    • Posible subluxación del astrágalo.

Clasificación de los esguinces


Por tanto, el mecanismo de lesión en esguinces de ligamento lateral externo suele ser una inversión forzada del pie, además de una flexión plantar. De esta manera el ligamento se encontrará verticalizado y propenso a la lesión.

Por el contrario, para el esguince del ligamento lateral interno suele producirse una eversión y un valgo forzado.

En el caso de LLE, lo que ocurrirá a nivel del miembro inferior, serán disfunciones articulares como (compresión tibio-tarsiana, astrágalo antero-interno, posterioridad de la cabeza peroneal, inferioridad cuboides-escafoides, etc), lesiones ligamentarias (distensión y fibrosis cicatricial) y disfunciones de tipo muscular (espasmos defensivos, puntos gatillos).


Exploración de los fascículos del ligamento colateral externo

Una forma efectiva de valorar el compuestos ligamentario externo del tobillo, para ver cual de ellos está afectado, se muestra en la siguiente tabla:


Tratamiento de fisioterapia

El tratamiento de fisioterapia se diferenciará según que tipo o grado tenga el esguince, realizaremos las diferentes técnicas que se mencionan, respetando los tiempos y valorando la progresión de la lesión:



  • Grado I

http://img.vitonica.com/2008/01/rice.JPG 
Método RICE

    • Para el edema:
      • RICE.
      • Cataplasma.
      • Drenaje linfático
      • Baños de contraste
    • Elevar el miembro inferior para disminuir el edema postraumático
    • Masoterapia junto con crioterapia para conseguir un efecto analgésico
    • Aplicación de láser y ultrasonidos
    • Cyriax a partir del 3º – 4º día: 3 minutos/ 2 veces al día
    • Corregir disfunciones artículares (astrágalo, cuboides, navicular).
    • Estiramientos miotendinosos
    • Tratamiento de partes blandas (Puntos gatillo)
    • Aumentar fuerza muscular
      • Trabajo en cadena cinética abierta/ cerrada.
      • Isotónicos
      • Trabajo propioceptivo
  • Grado II
    • Guardar tiempo de inmovilización con vendaje funcional elástico, según la gravedad del esguince.
      • Elevar el miembro inferior.
      • Movilización de articulaciones adyacentes al tobillo (cadera, rodilla, dedos).
    • Potenciación de miembros superiores: para el uso de las muletas, bastones, etc.
    • Crioterapia
    • Electroterapia
    • Movilización pasiva, activo-asistida, activa.
    • Drenaje linfático manual
    • Masaje de derivación circulatoria.
    • Aumentar la amplitud articular: movilizar “articulación tibiotarsiana, subastragalina, mediotarsiana”.
    • Ejercicios de fuerza y propiocepción: potenciar tríceps sural, tibial anterior y posterior, peroneos largo y corto, extensor común de los dedos)
    • Cyriax
    • Quebrados de Kabat.

  • Grado III

  
    • Guardar tiempo de inmovilización con férulas, botinas de yeso, plastias, suturas o bien vendaje funcional elástico, según la gravedad del esguince.
      • Elevar el miembro inferior.
      • Movilización de articulaciones adyacentes al tobillo (cadera, rodilla, dedos).
    • Potenciación de miembros superiores: para el uso de las muletas, bastones, etc.
    • Crioterapia
    • Electroterapia
    • Movilización pasiva, activo-asistida, activa.
    • Drenaje linfático manual
    • Masaje de derivación circulatoria.
    • Aumentar la amplitud articular: movilizar “articulación tibiotarsiana, subastragalina, mediotarsiana”.
    • Ejercicios de fuerza y propiocepción: potenciar tríceps sural, tibial anterior y posterior, peroneos largo y corto, extensor común de los dedos)
    • Cyriax
    • Quebrados de Kabat.

Tratamiento preventivo


Tabla de reeducación de la propiocepciónEn algunos casos, encontramos lesiones que no han sido curadas de la forma correcta (no se les dio la suficiente importancia o se cumplieron las pautas), por lo que se podrán provocar recidivas pudiendo aumentar la lesión a la larga.


Para ello debemos tener en cuenta ciertas pautas preventivas:


  • Estiramientos regulares para tener una flexibilidad y buena potenciación muscular de toda la musculatura del miembro inferior
  • Cuidado con los excesos de amortiguación: esto supone tener un plano inestable.
  • Los vendajes funcionales en actividades deportivas, deben retirarse posteriormente, pierden su efectividad.
  • Trabajar la propiocepción en la practica deportiva o bien en actividades de la vida diaria.

Bibliografía

  1. Vilar, E. Sureda, S. Fisioterapia del Aparato Locomotor. Mc Graw Hill. 2005 Madrid
  2. Soto Villareal, A. Tratamiento de Cyriax.
  3. Barrios, B. Davenne, B. Esguinces de tobillo. EMC-Kinesiterapia-Medicina Física. Vol 23, Issue 4, Pag 1 – 9. 2002
  4. Serra Gabriel, Mª R. Díaz Petit, J. De Sande Carril Mª L. Fisioterapia en traumatología, ortopedia y reumatología. 2ª Edición. Masson. Barcelona 2003

Pedro Navarro Gómez